Mi Choque Interior

MI CHOQUE INTERIOR comienza con un joven encaramado en una repisa y contemplando una situación inusual: ¿cometió o no un asesinato? Y si lo hizo, ¿cuál de sus personalidades alternativas será finalmente responsable?

El joven, que permanece anónimo a lo largo de la historia, relata la historia de su vida y el diagnóstico de su enfermedad mental, trastorno de identidad disociativo, con una franqueza refrescante. Hablando directamente con el lector, describe su historia personal de una manera en la que se puede relacionar y cautivar. A pesar de las obvias desventajas de lidiar con múltiples personalidades, no es víctima de sus circunstancias. Es un sobreviviente con expectativas de un futuro brillante, incluido un tierno romance. Hay momentos de miedo y angustia, pero la suya no es una historia de desesperación; más bien es una historia de coraje constante para definirse a sí mismo mientras se enfrenta a una enfermedad mental grave.

Su habilidad para manejar los alter egos se pone a prueba cuando es testigo de un negocio de drogas que sale mal y una de sus personalidades busca venganza inmediata. Observar su manejo de los alters en las secuelas proporciona una visión absolutamente única de una condición desconcertante. Y justo cuando creemos que tenemos una verdadera comprensión de la situación, una revelación tortuosa en el capítulo final deja al lector cuestionando la veracidad de todo lo que ha sucedido antes. Una conclusión abierta permite al lector completar el relato por sí mismo.